Article d'opinió de Fermín Villar a El Mundo
18 de setembre de 2017
Aquí teniu l’article que el president d’Amics de La Rambla, Fermín Villar, va publicar a El Mundo aquest diumenge:
La Rambla hay que cuidarla
Fermín Villar
La Rambla sigue latiendo con su habitual pulso acelerado. Un mes después del ataque terrorista, la vida continúa discurriendo por este antiguo torrente inigualable e inimitable. Se quiso atacar con odio todo aquello que La Rambla significa: mezcla y diversidad. Y La Rambla, que una y otra vez anticipa y avisa de lo que después sucede en Barcelona, respondió con paz, humanidad y flores, demostrando que son tres realidades inseparables.
En momentos así, y pese al dolor contenido, uno se siente más que nunca, honrado de ser ramblista. Confortado por los paseantes – todos de aquí vengan de donde vengan, ya que la condición universal de La Rambla así lo significa – que al día siguiente llenaron el paseo de vida y de un respetuoso silencio que erizaba las emociones. Agradecido a Mossos y Guardia Urbana de Barcelona que demostraron con hechos lo que muchos ya sabíamos de palabra, así como también a otros servidores públicos igualmente indispensables: emergencias médicas, taxistas y personal de limpieza. Y orgulloso en extremo de los comercios, restaurantes, hoteles y apartamentos y, aún más, de sus empleados. Porque La Rambla también es global en esto: autónomos y trabajadores de toda raza, religión y nacionalidad ese día no se escondieron; protegieron y confortaron durante horas a miles de personas simplemente porque era lo que había que hacer.
Y lo que ahora nos corresponde a todos es también seguir trabajando por el futuro de La rambla, que ya ha cumplido el deseo de Lorca tan repetido estos días: La Rambla es infinita y por ello debemos cuidarla siempre. El Ayuntamiento de Barcelona acaba de anunciar el equipo ganador del concurso para la ordenación de La Rambla. Cabe destacar esta palabra, ordenación, y no confundirla con reforma. La intensidad física y horaria del paseo, unida a su carácter vivo y mutable, nos obliga a estar siempre atentos a las inercias y cambios que se producen. Ninguna normativa logrará cambiar su espíritu heterogéneo, su maravillosa mixtura y sus extremos sociales. Y así debe continuar. Pero eso no significa que debamos simplemente contemplar como sucede.
Amics de La Rambla, asociación creada en el año 1960, está siempre atenta a los devenires para colaborar a que La Rambla mantenga su esencia. Cuando en la década de los 70, Joan Miró quiso regalarle a Barcelona obras de arte como bienvenidas al visitante, Amics de La Rambla consiguió que la única de esas obras sobre la que se camina se situara en La Rambla.
Ahora, todos los que nos hallamos implicados en la ordenación de este incomparable espacio urbano y social debemos también caminar en la misma dirección, ya que la grandeza de la identidad de La Rambla es que no pertenece a nadie porque es infinitamente de todos. El irrefrenable fenómeno del turismo urbano implica que los destinos populares lo seguirán siendo igual, si no más. Por ello, se necesita ordenar en lo posible tanto los flujos de caminantes como la oferta comercial presente, para que el éxito turístico sea compatible con los vecinos y residentes que viven, y duermen, en la zona.
No podemos, sin embargo, apostarlo todo al urbanismo. Las normativas, para que sean eficientes, deben también renovarse y adaptarse a la realidad. Pero tanto las que haya que redactar como las existentes – algunas de las cuales ya muy acertadas – deben ser respetadas y cumplidas. Una de las exigencias continuadas de Amics de La Rambla es más medios y efectivos para la inspección y vigilancia de modo que aquellos que hacen las cosas bien no se sientan agraviados por los incumplimientos de otros. Y, aún más grave, para que aquellos que respetan la legalidad y la fiscalidad no tengan que enfrentarse al desamparo de la competencia ilegal no perseguida.
Concluyo con otra cita, esta muy reciente. Amics de La Rambla entrega cada mes de octubre el galardón de Ramblista de Honor en reconocimiento a personas que muestran su compromiso con La Rambla y con Barcelona. El pasado año, uno de los galardonados fue John Hoffman, consejero delegado de Mobile World Congress. Su frase citada es: “Llevo diez años viajando por el mundo hablando sobre Barcelona. Cuando yo hablo de Barcelona, la gente me habla de La Rambla”.