Amics de la Rambla

Amics de la Rambla

Cultura i La Rambla centren el debat a La Vanguardia

7 de juny de 2020

La Rambla és el principal eix cultural de Barcelona i la cultura és l’element principal per entendre La Rambla. Tot i que això sempre ha estat així, no és la imatge de La Rambla fixada en l’imaginari popular i tampoc és l’element que més es promociona des de les institucions públiques. A Amics de La Rambla creiem que cal convertir la cultura en el principal element d’atracció a La Rambla i, per fer-ho, cal fer visible l’actual oferta cultural i promoure que aquesta augmenti.

Avui, el diari La Vanguardia ens convida a reflexionar sobre la cultura a La Rambla.

Us convidem a baixar a La Rambla, comprar La Vanguardia a un dels quioscs i a llegir l’article. Si voleu un tast, aquí el teniu:

Diumenge, 07 de juny de 2020

La Vanguardia

Sergio Vila-SanJuan

Ahora o nunca: la cultura al rescate de la Rambla

Las Ramblas barcelonesas han constituido históricamente el gran eje cultural de la ciudad. Aún en los últimos años, con su imagen monopolizada por la gran afluencia turística, alberga a derecha e izquierda, y a su alrededor, una parte decisiva y muy simbólica de la oferta en este campo.

Los meses de confinamiento han brindado el espectáculo nuevo e insólito de unas Ramblas, primero vacías, y después poco a poco reconquistadas por el ciudadano, por el visitante local que las recorre incrédulo como esperando que en cualquier momento vuelvan a irrumpir los clásicos grupos con centenares de visitantes internacionales.

Es buen momento para replantear un debate que este diario ya ha abordado en otras ocasiones: ¿Cómo mejorar el paseo más cultural de la ciudad, y hacerlo más próximo a un público local que consideraba que lo iba perdiendo? ¿Cómo aprovechar las mejores aportaciones del turismo –y la globalización–, y a la vez consolidar la centralidad de la Rambla en el debate cultural que está en la base de la Barcelona más viva?

Los teatros, librerías, museos, centros, galerías, espacios musicales reunidos en torno a esta vía histórica –contamos con referencias rambleras que se remontan al siglo XV–, ¿qué pueden aportar a la discusión?

Para reactivarla, La Vanguardia reunió en el Pla de l’Òs a dieciséis de sus representantes. No pudimos convocar a todos los que hubiéramos querido debido a las restricciones de la fase 1, y también por esta razón Pedro Madueño dividió a los participantes en dos grupos sobre el mosaico diseñado por Joan Miró. Todos vinieron con las correspondientes mascarillas, que solo se quitaron unos momentos para la foto.

Y a todos les hicimos esta pregunta: ¿Qué puede aportar la Rambla de la Cultura, y su espacio en concreto, a la nueva etapa de la ciudad?

Publicamos aquí una síntesis de sus respuestas. Los dos representantes institucionales, la consellera de Cultura y el teniente de alcalde de Cultura, Educación y Ciencia, fueron convocados no en base a sus cargos sino porque en ambos casos cuentan con sus espacios de trabajo en las Ramblas (el Palau Marc y el Palau de la Virreina, respectivamente).

Antonio Ramírez

Es como si veraneáramos en nuestro propio barrio”

LIBRERÍA LA CENTRAL DEL RAVAL

“Estos días, conforme hemos ido avanzando en la llamada ‘desescalada’ la ciudad ha ido transformándose: las calles silenciosas y sin tráfico de abril se han ido poblando poco a poco de barceloneses que parecen descubrir esta sorprendente ciudad nueva, sin turistas. Nos movemos como si veraneáramos en nuestro propio barrio, con ganas de recuperar un paisaje que habíamos dejado de reconocer como nuestro y de proteger el comercio que sentimos próximo. Me atrevo a decir que la recuperación es muy desigual: sucede así en el Eixample, pero en las Ramblas, en el casco antiguo y en zonas del Raval, parece diferente. Aquí no quedaba ningún tejido comercial por recuperar; hace años fue desmantelado y sustituido por las tiendas de souvenirs y los restaurantes de falsa comida típica. Necesitamos preguntarnos con claridad ¿Qué es lo que hemos hecho con nuestro centro histórico? Sin nostalgia, debemos lograr que las Ramblas sean de nuevo la vía para acceder a una ciudad nuestra, un lugar de encuentro y reconocimiento, diverso, cosmopolita y sorprendente como siempre lo fueron para locales y visitantes. ”.

Judit Carrera

Pensar el futuro de las urbes en un mundo herido”

CCCB

“La Rambla fue muralla antes que paseo y, a lo largo de su historia, ha oscilado entre ser frontera o crear ciudad. El CCCB se propone poner la ciudad en el centro: pensar el futuro de las urbes en un mundo herido, imaginar nuevas maneras de vivir juntos, reconstruir puentes y crear comunidades. Como la misma Rambla, el CCCB es un espacio enraizado y abierto al mundo, un lugar que abre, conecta y relaciona; un escenario vivo que propicia el asombro y el descubrimiento. El CCCB refuerza ahora su vínculo con el Raval con nuevos programas de mediación y, en un mundo que se cierra, se conecta con otros espacios públicos de la ciudad y teje nuevas alianzas que, desde la cultura, contribuyan a que la Rambla deje de operar como frontera y vuelva a generar mezcla y urbanidad”.

Francisco Gaudier

Somos un contrapeso de la degradación”

CERCLE DEL LICEU

“El Liceu como institución pública y el Cercle del Liceu como privada son centros de divulgación cultural que actúan como contrapeso a la degradación actual de las Ramblas. Acciones como la restauración de la fachada y de las vidrieras de Wagner actualmente a la vista de todo el mundo son ejemplos que deberían servir de aliciente para la mejora del entorno de las Ramblas en todos los sentidos”.

Cristina Sampere

Recuperar a los barceloneses que desertaron”

FUNDACIÓ SETBA

“La Rambla, con la plaza Reial incluida, tiene una magnífica oportunidad de recuperar a los barceloneses, que hace tiempo desertaron. La Fundación Setba cree que la cultura contribuye a la transformación social y por ello, organizamos acciones artísticas reivindicativas en el Gótico, como la acción MUSAS, retratos de mujeres que han sufrido violencia machista de la artista Marta Fàbregas, con los que hemos empapelado diversos escaparates. Arte a pie de calle”

María Rosa Pérez Casares

Nuestra situación es dramática”

TABLAO FLAMENCO CORDOBÉS

“Los tablaos flamencos, no solo en Barcelona, sino también en Sevilla, Madrid o Granada, además de ser un producto cultural, pertenecemos a la industria del turismo. Nuestro público en un 90 por cien es turismo internacional. Así que en estos momentos estamos en una grave crisis, que se agrava por el tipo de espectáculo que ofrecemos y la configuración de nuestras salas. Nuestros espectáculos sencillamente no pueden guardar las normas de distanciamiento. Sin embargo, los tablaos mantenemos la base del flamenco, del que dependen los artistas. Ante esta gran crisis hemos constituido una Asociación española, Anfte, en la que, por Barcelona, estamos presentes el Tablao de Carmen y nosotros”.

Joan Subirats

Que pasen cosas, y no sólo se pase por la Rambla”

TENIENTE DE ALCALDE DE CUTURA PALAU DE LA VIRREINA

“Recuperar la identidad como paseo emblemático de la ciudad, cruce de barrios, vínculo entre ciudad central y el mar, espacio de encuentro. Lugar donde se encuentran los que llegan de la ciudad y los que lo enseñan a quien no la conoce. Paseo que cambia a cada hora del día y de la noche. Reforzar la carga ciudadana quiere decir conseguir que pasen cosas de la ciudad, acontecimientos y fiestas propias de los barrios que lo rodean, y actos y acontecimientos específicos. Renovarla sin perderla. Vivirla sin convertirla en un arquetipo. Que pasen cosas, y que no solo se pase por ella. En este sentido, la Virreina ha cambiado su piel con la voluntad de hacerse más porosa, accesible y ramblera. Hemos transformado la planta baja a fin de que las salas expositivas se puedan ver desde el paseo. Y hemos inaugurado la Oficina Ciudadana de la Cultura, un espacio de apoyo y asesoramiento en el tejido cultural de la ciudad”.

Roberto Tierz

Las Ramblas, Ciutat Vella, Barcelona”

SIDECAR

“Una Rambla enferma es síntoma de una ciudad en peligro, de ahí la obligación, la necesidad, de recuperar el espacio más emblemático de la ciudad. En nuestros 38 años de vida, a través de más de 5.000 conciertos, innumerables exposiciones, lecturas poéticas, cine o cualquier forma de expresión artística, hemos interpelado a un público local que, afortunadamente, siempre ha respondido a nuestra llamada. En este momento complicado, creemos que esa apuesta de siempre cobra más sentido que nunca y nos obliga a redoblar el esfuerzo y convocar a los ciudadanos a recuperar las Ramblas, es decir, Ciutat Vella, es decir Barcelona”.

Mariàngela Vilallonga

Referente de la cultura catalana”

CONSELLERA DE CULTURA, PALAU MARC

“La Rambla de Barcelona ha sido y seguirá siendo un referente de la cultura catalana. Desde las miradas de tantos escritores, músicos y pintores a los los edificios singulares que la caracterizan, pasando por los altos plátanos que lo sombrean, la Rambla forma parte de nuestras vidas. Vamos al teatro,a la ópera, a los cafés, a visitar exposiciones. La Rambla es “una de las calles más alegres del mundo” como lo definía Narcís Oller, ya desde finales del siglo XIX. Hemos vivido confinados en casa durante largos días de COVID19, para salvar vidas. Ahora, volvemos a la Rambla, a disfrutar de este río de la vida que está en la etimología de su nombre. Desde el Departamento de Cultura en el Palau Marc, al final de la Rambla y desde el Arts Santa Mònica justo enfrente, os volvemos a dar la bienvenida a la Rambla”

Fermín Villar

Incorporar los espacios que confluyen”

ASSOCIACIÓ AMICS DE LA RAMBLA

“La cultura, tanto la de más alto nivel como la más popular, debe ser no solo recordada, sino también imaginada y proyectada como un medio indispensable para la regeneración de la Rambla. Si además de poner en valor lo que ya existe en este paseo inigualable, añadimos aquellos espacios que aquí confluyen, como la Plaza Reial, el Raval y el Gòtic, conseguiremos que la vida de Barcelona cobre más fuerza en la Rambla”.

Ferran Barenblit

Recuperar el pasado contracultural”

MACBA

“La cultura debe tener un papel fundamental en la Rambla. No solo recordando su propio pasado como lugar en el que la cultura oficial se encuentra con muchos de los movimientos contraculturales que construyeron la identidad de Barcelona, sino también como un espacio en el que proyectar sueños y anhelos compartidos. En ese sentido, el papel de las instituciones como el MACBA puede ser muy relevante si, tal como está planificado, su programación y colección pueden en el futuro dialogar con los ciudadanos también en la Rambla”.

Valentí Oviedo

Una ventana para la Rambla distrito cultural”

DIRECTOR GENERAL DEL GRAN TEATRE DEL LICEU

“¿Qué puede hacer la Rambla por la cultura? Se tiene que visibilizar como un espacio cultural abierto, dinámico y vivo, una ventana para los teatros, museos o coliseos líricos que existen en la Rambla distrito cultural. Uno o dos quioscos se tendrían que reconvertir en espacios de información y venta de la actividad cultural. Además se tendría que cortar al tráfico algunos fines de semana y ofrecer actividad cultural de calidad y planificada. También sería importante que los locales comerciales de la Rambla estuvieran alineados con esta filosofía, y que se priorizaran establecimientos como librerías, galerías de arte, gastronomía de autor, gastronomía del mundo, tiendas de artesanía local e internacional… ¿Qué puede hacer el Liceu por la Rambla? Ofrecer una programación a la altura de sus casi 175 años de historia, y por lo tanto, unas temporadas artísticas únicas, contemporáneas y de calidad. Y trabajar haciendo de la Rambla un espacio musical y cultural en que la ciudad se la vuelve a sentir suya.”

Joan Mas

Un agosto de música gratuita en la plaza Reial”

PROPIETARIO DEL JAMBOREE

“Creo que lo que necesitamos en este momento es un grito de socorro a las administraciones para que las salas y espacios que hasta ahora dinamizaban la cultura tengan alguna esperanza de vida. Por lo que hace la propuesta de MasiMas y el Jamboree en concreto, ya hemos empezado con una medida de activismo cultural de primer orden, que es posicionar las Ramblas y la plaza Reial como el primer lugar de España y de Catalunya que ofrece concierto en directo en fase 2, cumpliendo escrupulosamente con las normativas… a pesar de que es una decisión absolutamente antieconómica porque es una actividad que va a pérdidas. Y ya de cara a agosto, queremos recuperar la de celebrar nuestro 60 aniversario ofreciendo durante agosto un mes de música gratuita en la plaza Reial. Pero, de nuevo, pedimos la ayuda de las administraciones, ya que el sponsor que permitía llevar a cabo el proyecto desgraciadamente ha caído y necesitamos soporte”.

Jordi Casassas

Enseñar una metrópolis mediterránea”

ATENEU BARCELONÈS

“La cultura y una verdadera recuperación de la presente crisis son acciones inseparables. Ahora tenemos la oportunidad de convertir este paseo de fama mundial en un gran “espectáculo” presencial-virtual único, que enseñe a los barceloneses y a los visitantes como se ha hecho una metrópoli mediterránea y como siempre ha conectado con los grandes temas mundiales. El Ateneu Barcelonès, tanto por su espacio físico como por su gran densidad cultural puede aportar mucho a este macro-proyecto ciudadano”.

(Casassas es presidente del Ateneu; en la foto aparece Carles Llorens, vicepresidente de la entidad)

Joan Anton Maragall

Nos jugamos la ciudad”

SALA PARÉS

“Las ciudades casi siempre tienen un lugar que las identifica, que condensa su personalidad.El símbolo de una ciudad no acostumbra a ser el icono que algún poder construyó, sino más bien un lugar especial donde generaciones de ciudadanos han vivido momentos y hechos inolvidables. La Rambla es el nervio vital de Barcelona,¿qué ha pasado para que tantos ciudadanos de talantes tanto diferentes hayan dejado de disfrutarla?... ¿nos la hemos vendido por nada?... ¿la hemos abandonado? o, quizá, ¿nos lo han arrancado de cuajo la incuria y la grosería?..Recuperar la Rambla sin estropear su carácter no es algo antisocial, ni gentrificador. Al contrario: el paseo, el placer, la belleza, la historia y la cultura son un derecho de todos los ciudadanos. Pero esta vez hay que hacerlo bien, pues nos jugamos la ciudad”.

Gerard Gomes

Ofrecer sesiones de observación astronómica”

REIAL ACADÈMIA DE CIÈNCIES I ARTS DE BARCELONA

“Lo que podría hacer la cultura por la Rambla: Minimizar la imagen degradada que actualmente tiene y recuperar su uso como espacio de relación y disfrute. Lo que la Academia hace: actualmente es la única institución que mantiene viva la llama de formación científica y cultural de este tramo que sirvió para darle nombre: la Rambla de los Estudios, dando a conocer aportaciones y actividades científicas, así como el edificio de su sede obra del arquitecto Francesc Domènec i Estapà. Lo podemos hacer en el futuro: una vez rehabilitados los pisos superiores del edificio, ofrecer cursos de divulgación científica y sesiones de observación astronómica”.

(Gerard Gomes es presidente de la entidad, en su lugar aparece en la foto Joan Jofre Torroella, vicepresidente)

Anna Rosa Cisquella

Promover manifestaciones en la vía pública”

TEATRE POLIORAMA

“Para recuperar unas Ramblas más humanizadas y culturales lo primero sería dar visibilidad a los espacios culturales existentes, siguiendo las pautas icónicas relacionadas con el sector del espectáculo que se utilizan en todo el mundo. Poder realizar manifestaciones en la vía pública para promocionar las actividades. Aprovechar el Palau de la Virreina como un gran centro neurálgico para obtener información de todas las acciones culturales que se realizan en Barcelona, con un gran atractivo exterior que invite a entrar a todo el mundo. También habría que recuperar el Palau Moja como un espacio dinamizador de Cultura en las Ramblas”.

https://www.lavanguardia.com/cultura/20200607/481643474918/barcelona-rambla-cultura.html

 

Diumenge, 07 de juny de 2020

La Vanguardia
Cómo se hizo la foto de la Rambla: ‘Paraguas para después de la tormenta’

El día amenaza lluvia. Una lluvia confirmada al cien por cien por las inteligentísimas aplicaciones de los móviles. Más aún cuando Fermín Villar, de la Associació Amics de la Rambla, confiesa que siempre que, ante unos nubarrones, decide salir sin paraguas, llueve. Y sin paraguas acude a la cita en Pla de l’Os. Es decir, que ha de llover.

Aguardando que estén todos los convocados el cielo no espera y empieza a lloviznar. Anna Belil acude al rescate. Se ha hecho con una veintena de paraguas que reparte para quién los necesite. Pequeños, plegables, mangos imitación madera. Aún llevan etiqueta: tres euros cada unidad. El paraguas es chino, el diseño made in Spain. Si le das la vuelta a la etiqueta no hay nada que temer. El paraguas tiene adoptado un sistema antiviento y ha sido sometido, con resultados satisfactorios, a cuantas pruebas de calidad han sido precisas cara a afrontar vientos y chubascos. Ante tales artefactos, la tormenta se arruga y las gotas cesan de caer.

Llegan la consellera de Cultura, y teniente de alcalde, y el fotógrafo, Pedro Madueño, se encarama a una escalera de origen desconocido –¿también de la bolsa de Anna Belil…? ¿China con diseño nacional…?– Todos los que van a ser fotografiados, firmes y resueltos, aprovechan para quitarse de encima paraguas y mascarillas. Enfrente de ellos, el dragón en la pared de la casa Bruno Cuadros y más paraguas, muchos más paraguas chinos.

A la Rambla hay quien la llama así y quien la llama Ramblas. Según el escritor Luis Carandell todo depende de si uno apuesta por el politeísmo o el monoteísmo. La llamen como se quiera pero lo cierto es que siempre se está sobre el último tramo cegado de la riera d’en Malla, es decir, agua a borbotones si llueve, cuesta abajo hacia el mar. Siempre se ha movido algo en la Rambla. También ahora, época de latido lento y persianas bajadas. Vacías de turistas que no pueden venir pero también de barceloneses que dejaron de hacerlo.

Urge sentirlas como propias, reivindicarlas, ocuparlas de nuevo hasta que no tenga la más mínima épica andar por aquí, parece señalar Antonio Ramírez, directamente desde la Librería de la Central del Raval, con una mochila de libros, piedras o libros-piedras, que cede de modo gustoso a Sergio Vila-Sanjuán que no ha de salir en la foto. ¿Por qué, para qué volver a la Rambla…? Barcelona está aislada, sigue aislada hasta mañana lunes.

Aislada y, desde hace ya tiempo, quizás un tanto castigada porque nunca es del todo como la quieren los unos y los otros. Se habla en grupos de dos, cuatro personas, a distancia, con mascarilla, de que “quizás es una oportunidad de mirarse al espejo y verse como somos, señala la politeísta Judit Carrera del CCCB. Empezar por unas Ramblas como canal de comunicación no como frontera (muralla medieval, camino de ronda, mercado, paseo, agujero negro del catalanismo burgués en el franquismo y Negra Flor).

Cuando venía gente de fuera, los barceloneses, orgullosos, se los llevaban a pasear por la Rambla. Cosmopolita y viva, un lugar en el que era evidente que no sobraba nadie ni tampoco se llamaba mucho la atención. Uno podía ser quien quisiera ser, ir o venir de cualquier lado. Un sitio en el que uno podía cruzarse con cualquiera, ir de paso, con prisas por llegar o tratando de escapar de lo que fuera.

Se paseaba por la Rambla, como alguien señaló en su día, a lo largo porque, los barceloneses nunca han sabido muy bien para qué sirven pasear en círculos, plazas y rotondas, con lo bien que se les da irse parando en semáforos y pasear a lo largo. De Colón a la plaza Catalunya o a la inversa, dependiendo de manías y urgencias.

La lluvia no vuelve mientras dura la sesión. Los hombres y mujeres que posan frente a Madueño encima de una escalera, parecen sentirse bien de estar aquí y ahora. De ser barceloneses, de tener la Rambla. De tratar de levantar la ciudad desde aquí con lo que sí tenemos (recordemos que los paraguas son chinos y los sombreros mexicanos languidecen en las tiendas de souvenirs a diez metros de aquí): CULTURA.

Sin artistas que piensen, quieran, odien e inventen la ciudad en la que viven no hay ciudad posible que explicar o ser explicada. Los modelos de la fotografía defienden que hay mapa cultural dibujado en las ondas acuáticas del suelo de esta muralla tirada abajo. Locales de música, teatros, salas de ensayo y de conciertos, librerías, museos, mercados, flores y comercios, miradores y Golondrinas. Ateneu, Liceu, Sidecar, CCCB, Karma y Palau Virreina. Poliorama, Tablao Flamenco Cordobés, Jamboree y Sala Parés. Reial Acadèmia de Ciències i Arts, La Central, Fundació Setba, la plaza Reial y la Boqueria…

“Quizás sea el momento para que Barcelona no sea ni la mejor ni la peor sino que sea ella” –explica, Roberto Tierz, Sala Sidecar–. Eso pasa porque los barceloneses la vuelvan a ocupar indicó en su manifiesto La Rambla zona zero, Fermí Villar. Compartirla quizás pero lo que los barceloneses no pueden permitirse es que se la vuelvan a arrebatar. Barcelona levantándose desde La Rambla, su particular Zona Zero, el Pla de l’Os.

https://www.lavanguardia.com/cultura/20200607/481643799466/foto-rambla-cultura-mosaico-miro.html

Diumenge, 07 de juny de 2020

La Vanguardia

Miquel Molina

Un plan para resucitar la Rambla

Barcelona tiene una oportunidad histórica de ‘okupar’ la Rambla con actos culturales... sin riesgo de gentrificar

Liverpool y otras ciudades inglesas vivieron su particular pandemia en los 80. El parte diario no hablaba de muertos, sino de industrias que echaban el cierre y de trabajadores que engrosaban un desempleo que alcanzó un 20% de la población activa, algo insólito en Reino Unido. La desindustrialización dejó un paisaje devastado con una desgracia añadida: el consumo incontrolado de heroína.

Llegado este punto, la ciudad tuvo que plantearse un debate que habría sido innecesario décadas atrás, cuando factorías como Tate and Lyle funcionaban a pleno rendimiento y tiraban de una economía industrial que era el orgullo de Inglaterra. Y en aquel intercambio de ideas sonó la flauta. O, siendo más precisos, las guitarras Gibson de John Lennon y George Harrison o el bajo Höfner de Paul McCartney. Sin industrias en pie, con el único referente del Liverpool FC al rescate de la autoestima local, aquellos ideólogos urbanos pensaron que la música popular podría servir para articular un nuevo modelo de éxito. Es decir, el country y los Beatles.

La musicóloga Sara Cohen reconstruyó aquel proceso de renovación urbana en un libro muy revelador: Decline, renewal and the City in Popular Music Culture: Beyond the Beatles (Ashgate, 2007). Sirve su trabajo para constatar las ventajas obvias de construir un relato de ciudad en torno a la cultura, pero también sus efectos secundarios. El más evidente fue que la musealización del Liverpool de los Beatles (con epicentro en la mítica sala The Cavern) acabó generando, cómo no, un proceso de gentrificación que expulsó del centro a los pequeños sellos discográficos, a los músicos locales y a sus fans.

Aquel debate, en los 90, ya giraba en torno a conceptos tan actuales como el peligro de disneyficación de los centros urbanos. Se generaron agrias polémicas sobre el tinte demasiado comercial que tomaba la promoción de la ciudad, o se denunció la aparición de una nueva burocracia local de la gestión musical que tendió peligrosos puentes con la industria del espectáculo de Londres, la metrópolis voraz que al final se queda con todo (también con los Beatles).

Cada ciudad tiene su historia y no hay modelos universales de éxito, pero el caso de Liverpool sugiere algunas enseñanzas para la propuesta que se hace hoy en estas páginas: la reconquista de la Rambla de Barcelona por la cultura.

Como el Liverpool siniestro de la era Thatcher, la Barcelona de hoy es una ciudad que ha perdido su principal fuente de riqueza, que es el turismo. Y en ninguna zona se manifiesta más esta realidad como en la Rambla y alrededores.

Igual que en su día en la ciudad de Merseyside, mucha gente piensa que la debacle debe de ser aprovechada para articular un modelo económico y cultural más diverso que permita a la Barcelona post Covid-19 sacudirse el estigma de ciudad de juerga y playa. Es el momento. No habrá otro. Así lo piensan muchos de los agentes culturales que La Vanguardia convocó el jueves para reflexionar sobre la oportunidad de reinventar el paseo barcelonés. No es el primer planteamiento que se hace en este sentido.

Este diario organizó un encuentro similar hace 11 años. Y la patronal teatral Adetca, que preside Isabel Vidal, presentó en 2019 una sugerente iniciativa bautizada como Rambla de les Arts. El presidente de Amics de la Rambla, Fermí Villar, relanzó hace unas semanas en una carta abierta la idea de ocupar culturalmente el paseo sacando la música del Liceu, del Jamboree, del Tablao Cordobés o del Sidecar a la calle.

Los Beatles no se pueden replicar, pero Barcelona, a su manera, sigue aportando talento en la música clásica, el jazz, el rock, el pop o esa corriente indie de música mestiza que ha ganado visibilidad durante el confinamiento, desde La Sra. Tomasa hasta Stay Homas. Muchos de estos jóvenes talentos han pasado por las aulas del Conservatori del Liceu o del Taller de Músics, instituciones educativas en la órbita de la Rambla.

Pensar que el turismo de masas se puede sustituir por modelos menos invasivos sería ingenuo. La propuesta más factible sería que ese renacer cultural conviva con la riada de turistas (que sin duda volverá) y permita que la Rambla, molestias aparte, vuelva a atraer a los barceloneses de nacimiento y de elección. Más que placas en las paredes, debería ser la propia vitalidad del teatro, las letras o la música en vivo la que honre el pasado ramblero de Stendhal, Georges Sand, Nuréyev, Lorca, Genet, Orwell, Picasso o los autores del boom.

Con una ventaja respecto al Liverpool de los 90: lo que ya está gentrificado no se puede gentrificar. No será en ningún caso la cultura la que expulse a un vecino o a un comercio de la Rambla hacia los confines del extrarradio.

Concluye Sara Cohen que la música crea fuertes sentimientos de pertenencia emocional a un tiempo o a un lugar. En el caso de Liverpool, “hizo a la ciudad más relevante y construyó una identidad local, pero también estructuró una emoción y una experiencia dentro y fuera de la ciudad”. Puede leerse esta cita como una invitación a que la Rambla de las flores, del teatro, del arte o de las conquistas sociales sea también la de la música que ayude a reconectar a la ciudadanía con una Barcelona que se le fue de las manos.

https://www.lavanguardia.com/cultura/20200607/481640250100/rambla-cultura-liverpool-beatles-turismo-pandemia.html

 

Diumenge, 07 de juny de 2020

La Vanguardia

Maricel Chavarría

La gastrocultura de la vida

Crónica de una foto colectiva en una Rambla que se abre al visitante local. ¡Nos quieren!

Citarse a las nueve de la mañana en la Rambla podría ser una crueldad para quienes, gracias al teletrabajo, se han acostumbrado a que entre la cama y el escritorio haya dos segundos andando. Pero ese no parece ser el caso. Rostros sonrientes van llegando de uno y otro lado del Pla de l’Òs para hacerse la foto. Se saludan con el codo, achinan los ojos con simpatía.

Valentí Oviedo, que no ha tenido más que cruzar la calle desde el Liceu, lleva una mascarilla de diseño que nos evoca torturas medievales o la mordaza de Hannibal Lecter... Reímos. A la consellera Vilallonga hay que elogiarle esa chaqueta de colores que nos devuelve la fe en el mundo, incluso en este tan marciano. Que se lo digan a Pedro Madueño, si no. El fotógrafo le ha rezado a la Virgen para que le humedezca el mosaico de Miró y le saque brillos y colores... ¡et voilà!, ahí van diez minutos de lluvia fina que cesa para el momento del clic.

Al acabar, el director de La Vanguardia, Jordi Juan, y su adjunto, Miquel Molina, conversan con el presidente del Cercle del Liceu, Francisco Gaudier, sobre la importancia de la gastronomía asociada a la cultura. Da tristeza ver bares cerrados en la Rambla, dice Gaudier. Una buena oferta de cultura ha de ir acompañada de una buena oferta gastronómica: la gente no va del teatro a casa o de casa al teatro...

Y acaso eso también se recupera estos días para la gente de Barcelona. En la Boqueria se vive más tranquilo y hay vendedores que se han hecho fotógrafos de trípode, sacando imágenes de sus zumitos y delicatessen para vender por la red. Y en Canaletes hay uno de esos establecimientos de toda la vida que cobraba el croissant a precio de guiri escandinavo y ahora anuncia sus desayunos a la clientela local. ¡Nos quieren!

https://www.lavanguardia.com/cultura/20200607/481645253036/rambla-cultura-gastronomia-off.html

LA RAMBLA DE BARCELONA
La Rambla és un dels indrets de Barcelona on bull més activitat, una ciutat dins d'una altra ciutat.
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