Amics de la Rambla

Amics de la Rambla

Resum de premsa sobre La Rambla - Gener 2018

1 de febrer de 2018

Dimecres, 3 de gener de 2018
El País
La venda de pinso per a coloms a la plaça Catalunya té els dies comptats

L'Ajuntament de Barcelona pretén que els quiosquers deixin de vendre menjar per a ocells

Barcelona va iniciar al febrer la seva particular lluita contra el control de la plaga de coloms. Fins llavors l'única solució era capturar-los i sacrificar-los. Es tractava d'una pràctica molt criticada per les entitats animalistes. Des del febrer, 40 dispensadors de pinso anticonceptiu intenten mantenir a ratlla una població xifrada en 85.000 exemplars. La iniciativa entrava en contradicció amb un dels productes de més èxit dels quiosquers de la plaça Catalunya: el pinso per a coloms. L'Ajuntament ja els ha anunciat que intentin vendre tot l'estoc de pinso aquest gener perquè la pretensió del Consistori és que no puguin vendre'n més a partir de llavors.

I és que el pinso anticonceptiu reduirà la població a mitjà termini. De fet, a mitjans de desembre l'Agència de Salut Pública de Barcelona va admetre que dies abans que s'instal·lés la tercera fira del Consum Responsable i d'Economia Social i Solidària a la plaça Catalunya es van sacrificar un miler d'exemplars per “risc sanitari”. A la fira es ven menjar fresc i sense envasar i els coloms transporten microorganismes que podrien ser perjudicials per a la salut si entressin en contacte amb els aliments.

No és l'única acció d'aquest tipus que fa l'Agència de Salut Pública, que també ha sacrificat exemplars al mercat de la Boqueria.

https://cat.elpais.com/cat/2018/01/02/catalunya/1514922987_900147.html

Dimecres, 3 de gener de 2018
El Periódico
Prince Jamal, el hombre de luz que ilumina la Rambla

Aspira a representar "al hombre en Barcelona, y al hombre en el mundo, sin fronteras"

"Antes vivía en Suiza, y tenía dos taxis, una limusina y hasta un rickshaw, pero lo abandoné por Barcelona"

Su desconcertante presencia le sonará a cualquiera que se mueva de noche por los alrededores de la Rambla: subido en una bicicleta cargada de luces de colores, como una especie de árbol de Navidad en movimiento, o de atracción itinerante de una feria, Prince Jamal es desde hace un tiempo una figura casi legendaria para los que transitan de noche por el centro de Barcelona.

"Las luces y los colores me rodean siempre, ese es mi símbolo. La paz y el amor", dice Prince Jamal. "No trabajo solo para turistas. A los españoles y los catalanes también les gusta encontrarse conmigo. Traigo alegría y fiesta pacífica", añade.

Encuentro alucinógeno y onírico
Nadie sabe muy bien a qué se dedica Prince Jamal ni cuáles son sus objetivos. Supuestamente es un reclamo y una atracción para los peatones, como las estatuas de la Rambla, pero por lo insólito de su propuesta, tan abigarrada y barroca, centrada en este vehículo extraño, cruzarse con Prince Jamal por Barcelona tiene algo de encuentro alucinógeno y onírico.

"Yo soy un artista de sangre", afirma Prince Jamal. "Eso no puede aprenderse, se nace y ya está. Dios me dio el talento que ves. Todo lo que ves, me lo he confeccionado yo mismo. Las bicicletas, los gorros, mis trajes, la peluquería, mi pelo, la barba, todo. Soy un espectáculo andante. Antes vivía en Suiza, y tenía dos taxis, una limusina y hasta un 'rickshaw', pero abandoné todo eso para venir aquí. Me encanta la Rambla, ¡es el lugar más maravilloso del mundo!", declara.

Aspiraciones musicales

Prince Jamal aspira "a representar al hombre en Barcelona, y al hombre en el mundo, sin fronteras". Un mensaje poco claro que, sin embargo, él defiende con muchísima convicción. Nos cuenta que cuando vivía en Suiza intentó labrarse una carrera musical, incluso llegó a aparecer numerosas veces en la televisión y a grabar un disco, del que es imposible encontrar rastro en ningún sitio.

Ahora, desde hace seis meses, vive en los bajos de un local del Gòtic de Barcelona reconvertido en vivienda, junto a varias personas más, y se gana la vida montado en su bicicleta tuneada por él mismo, fotografiándose con turistas a cambio de dinero y predicando mensajes de paz y de amor.
"Nunca hay que rendirse"

"Es difícil concretar cuánto gano al mes", afirma. "Poco, mucho,… da igual. No me interesa el dinero, solo me interesa ganarme la vida. Ayudar a gente, traer alegría a la ciudad, y en concreto a la Rambla. Eso es más importante que el dinero. Mi mensaje cuando me transformo en Prince Jamal es 'never give up' [nunca hay que rendirse], siempre hay que luchar. La vida es maravillosa".

http://www.elperiodico.com/es/barcelona/20180103/prince-jamal-ramblas-barcelona-6527902

Dimecres, 3 de gener de 2018
El Periódico
¡Guasch, nos has encogido el Liceu!
Rosa Massagué

La marcha del director general deja al teatro de La Rambla saneado económicamente y muy menguado artísticamente

En octubre del 2013 Roger Guasch llegó a la dirección general del Liceu con la misión de lograr la viabilidad del teatro donde el rojo de los números era el color dominante, y donde el director artístico y el del coro, Joan Matabosch y José Luis Basso respectivamente, ya tenían un pie fuera del teatro de La Rambla. Su experiencia en la reestructuración de empresas en momentos de crisis le avalaba para el puesto. Cuando Guasch llegó al Liceu acababa de lograr la fusión de La Aliança con la Mutua Divina Pastora (en realidad, la entidad valenciana absorbió a la catalana, que en Catalunya conserva su nombre).

Ahora Guasch se va con los deberes cumplidos. ¿Bien? Veamos. El Plan Estratégico 2014-2017 ha logrado el saneamiento económico de la institución. Si el Liceu fuera una fábrica de calcetines o de coches por poner dos ejemplos muy distintos, habría que aplaudir la gestión, pero el teatro ‘fabrica’ otros ‘productos’, unos tangibles, pero otros totalmente intangibles que son los que hacen grande una entidad histórica como el Liceu.

De ser el primer teatro de España y uno de los importantes de Europa, el coliseo de La Rambla es hoy algo muy parecido a un teatro de ópera de provincias. La gestión sanadora de Guasch ha agudizado esta deriva. Contrariamente a lo que consta en el comunicado de prensa dando la noticia de su marcha, bajo su mandato no se ha logrado mejorar ni la imagen ni el prestigio “a nivel local, nacional como internacional”. En los círculos operísticos de estos ‘niveles’ los comentarios que abundan son los negativos. Algunos, con intención aviesa. Otros, con auténtico pesar. Y duele mucho oírlos.

Querer, como decía Guasch, que todo el mundo pise el teatro al menos una vez en su vida mediante unas promociones que recuerdan aquel antiguo programa radiofónico ‘La comarca nos visita’ es un objetivo loable, sirve para llenar butacas vacías, pero esto no hace grande el Liceu.

Lo que hace grande un teatro de ópera son unas masas estables de primera y un proyecto artístico. De lo primero, y en el haber de Guasch merece constatarse la notable mejora de la orquesta bajo la dirección de Josep Pons. El proyecto orquestal no ha concluido, pero todo indica que va por muy buen camino. El resto está por hacer. La imprescindible mejora del coro parece confiada a la biología, es decir a las jubilaciones por edad de sus componentes.
En cuanto al proyecto, no lo hay. La programación de esta temporada ideada por la directora artística Christina Scheppelmann lo demuestra. Es de suponer que obligada por las limitaciones impuestas desde la dirección general. Pero aún así, con limitaciones, cabía esperar una programación más imaginativa. Muchos aficionados consideran que la temporada acabó el 15 de diciembre con la última representación de ‘Tristan und Isolde’, de Richard Wagner, en la que convergieron de forma impresionante orquesta, cantantes y puesta en escena.

Antes, hubo dos óperas –‘Viaggio a Reims’ y ‘Un ballo in maschera’—, muy deficientes. Lo que queda son dos reposiciones, tres Donizetti, varias óperas en versión concierto, un Gounod y una sorpresa en el sentido más amplio de la palabra. Quienes vieron al moscovita Helikon Opera en su visita a Peralada hace unos cuantos años seguramente estarán temblando ante ‘El demonio’, de Anton Rubinstein, que traerán al Liceu. En la temporada hay grandes voces, sí, algunas, pero ellas solas no hacen buena una temporada. Lo que se sabe de la próxima temporada, la 2018-2019, no apunta a un cambio de tendencia. Todo lo contrario.

Guasch ha encogido el teatro. Esperemos que quienes elijan a su sucesor --la fundación cuyo patronato preside Salvador Alemany y las administraciones públicas-- consideren imprescindible que el teatro crezca, al menos, en calidad artística, y que sean conscientes de que la ópera, más allá del carácter de espectáculo, es CULTURA. Con mayúsculas y negrita.
http://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20180103/guasch-nos-has-encogido-el-liceu-6530177

Divendres, 5 de gener de 2018
El Periódico
El ‘top manta’ convierte el metro en zona de impunidad

La estación de metro y de Rodalies de la plaza Catalunya se erige como una nueva galería comercial de material falsificado

Es un clásico de cada estación al que nadie pone remedio. En verano, eltop manta florece en Barcelona a la par que el número de turistas. En invierno, la incidencia es menor pero el fenómeno ha experimentado un auge tan grande en los últimos años que todavía moviliza a un gran número de personas que ven en la venta ambulante ilegal la manera de subsistir. Así, el segundo repunte de manteros más pronunciado del año se produce en invierno con la llegada de las compras navideñas. Centenares de personas despliegan su manta en los ejes comerciales de la ciudad en plena calle. Sin embargo, existen otros espacios subterráneos en la que los manteros puede vender con total impunidad. Se trata de las estaciones de metro y de Rodalies de plaza Catalunya. Los espacios de tránsito de pasajeros y de compra de billetes se convierten en una nueva galería comercial en la que se pueden encontrar bolsos de imitación, camisetas falsas del Barça y del Madrid, de Messi y de Cristiano Ronaldo, gorras, zapatillas deportivas e incluso abrigos.

Los comerciantes viven, de nuevo, esta situación con un profundo malestar ante la permisi-vidad que aseguran que el Ayuntamiento otorga al top manta. ¬Gabriel Jené, presidente de la asociación de comerciantes Barcelona Oberta, considera que ha habido una cierta relajación policial después del atentado del 17 de agosto que ha puesto el foco en otros fenómenos dejando en un segundo plano la persecución de la venta ambulante ilegal. De hecho, fuentes policiales confirman que los efectivos de la Guardia Urbana destinados a frenar el top manta durante el mes de diciembre se han reducido por falta de presupuesto.

El pecado original es, según los comerciantes, el abordaje del fenómeno por parte del Ayuntamiento de Barcelona. “No hay voluntad política de sacar adelante una solución para acabar con el top manta”, subraya Jené que recuerda que el Consistorio insiste en que “la presión policial no sirve sin dar una respuesta social a los vendedores desfavorecidos”.
Esa es la línea mantenida desde el inicio de la legislatura por el actual gobierno municipal, y así lo han expresado en las reuniones con la Plataforma de Afectados por el Top Manta, que agrupa a vecinos, comerciantes y entidades. El presidente de la asociación Amics de la Rambla, Fermín Villar, anuncia que se están planteando llevar a cabo nuevas protesta ante la inacción del Ayuntamiento respecto a la venta ambulante. A su parecer, la apuesta municipal de fortalecer la vertiente social para buscar una salida laboral en una cooperativa no debe estar reñida con la presión policial puesto que en una cooperativa se gana menos que con la venta ilegal y esto les sigue pareciendo más atractivo. “Se puede ofrecer una alternativa pero mientras no se persiga la ilegalidad, ellos ganan más con la ilegalidad”.

Villar, a su vez, alerta del nuevo fenómeno que acecha al top manta y al que bautiza como canibalización de la vía pública. Fruto de la impunidad de la que gozan los manteros, otros colectivos– en este caso no vulnerables– se aprovechan de la situación y esto acaba desembocando en conflictos entre los vendedores que se disputan los puntos de venta. Esto no ocurre en las estaciones subterráneas de plaza Catalunya pero, según Villar, sí se viven situaciones de tensión en zonas como el Port Vell.

El subsuelo ha sido una de las zonas donde se resguardan los manteros. En el 2015, la estación subterránea de plaza Catalunya, concretamente en la salida de la Rambla, fue el escenario de una violenta reacción de los vendedores que la emprendieron contra los agentes de la Guardia Urbana cuando procedían a requisarles la mercancía. Un grupo de manteros bajó a las vías y se armaron con piedras que luego arrojaron contra los agentes. Varios de ellos sufrieron heridas. Uno de los vendedores se enfrenta a 9 años de prisión por aquellos hechos.

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20180105/434068931522/el-top-manta-convierte-el-metro-en-zona-de-impunidad.html

Dissabte, 13 de gener de 2018
El País
Barcelona es blinda contra el terror

La Rambla, el Portal de l’Àngel i la Sagrada Família mantenen barreres i pilones per impedir atacs terroristes

El rellotge marcava les 16.57 del passat 17 d’agost. Younes Abouyaaqoub va fer un cop de volant a la furgoneta blanca que conduïa pel carrer Pelai. Va accedir a la part central de la Rambla i va començar a zigzaguejar. 16 persones van morir i 137 persones van resultar ferides en l’atemptat de Barcelona i en el posterior de Cambrils. La capital catalana va quedar magolada. Cinc mesos després, ha canviat la seva fisonomia per prevenir-ne nous atacs. Un record d’aquella cicatriu són les barreres amb què s’han protegit llocs emblemàtics de la ciutat —La Rambla, els voltants de la Sagrada Família, el Portal de l’Àngel o la Catedral—.

La Junta de Seguridad Local de Barcelona es va reunir sis dies després dels atemptats. Va prendre diverses decisions: més efectius patrullant els carrers i un nou subgrup multisectorial —Guàrdia Urbana, Mossos, Bombers, Policia, Guàrdia Civil, emergències i mobilitat— amb una missió clara: analitzar els riscos i les debilitats de seguretat de la ciutat per solucionar-los. A meitat de novembre, aquest subgrup va demanar a la junta tot un seguit de mesures. Es van aprovar immediatament. En qüestió de dies, es van blindar els llocs més icònics i turístics de la capital.

L’Ajuntament de Barcelona va explicar que les mesures exigides pel subgrup són compatibles amb el model de ciutat pel qual aposta l’equip de govern de BComú. Cert o no, dies abans que els comerços comencessin la campanya de Nadal, el consistori ja havia instal·lat obstacles provisionals en el centre de Barcelona i en la zona de la Sagrada Família.

Jardineres gegantines, galledes de formigó, pivots i pilones s’han cronificat. Tres dels quatre carrers que envolten la basílica de la Sagrada Família (Marina, Sardenya i Provença) van ser peatonalitzades. Allí s’han instal·lat jardineres i galledes. El blindatge del temple el complementa el nou sistema de seguretat instal·lat per la fundació que construeix l’obra ideada per Gaudí, i que ha transformat els accessos en una mena d’arc de vigilància d’un aeroport. L’objectiu s’ha complert: els vehicles i vianants que accedeixen al temple ja no es barrejaran.

Des dels atemptats, i també abans d’aquests, agents amb armes llargues vigilaven els accessos de la Rambla i del Portal de l’Àngel. Allà segueixen. Ara, a més, una furgoneta com la que conduïa Younes no podria accedir a la Rambla a la velocitat amb què ho va fer. El Consistori ha instal·lat les pilones més resistents que existeixen al mercat. Cada accés al passeig central té diverses pilones Antibelier-H268 de la marca Benito. Un obstacle d’acer d’una altura de 1500 mm i un diàmetre de 273mm. Aquestes pilones es poden omplir de formigó i aconsegueixen un pes de 200 quilos. Un obstacle gairebé imbatible per a un vehicle que pretengui arrasar el passeig.

Amics de la Rambla —l’associació d’amics, veïns i comerciants de la Rambla i plaça Catalunya— va ser una de les entitats més afectades per l’atemptat de l’agost. El seu president, Fermín Villar, sosté que després del 17 d’agost “el nivell anímic” no és fàcil de recuperar. “L’acte terrorista és una nova cicatriu en la història de la Rambla. Ara hem de treballar per retre homenatge a les víctimes en el primer aniversari dels atemptats”, admet. “Considerem que les barreres són necessàries, però els agents han de seguir allà. No només per garantir la seguretat antiterrorista, sinó per evitar el tripijoc”, manté Villar. El president d’Amics de la Rambla sosté que les pilones Antibelier-H268 són una barrera adequada. “L’única pega que tenim és que a més de les pilones s’han col·locat unes galledes de formigó que potser seran ideals per a aquells que s’hi asseguin a consumir menjar take away, per la qual cosa necessitarem més neteja en el passeig”.

Barna Centre —que integra els comerciants, entre d’altres, de l’avinguda de la Catedral i el Portal de l’Àngel— també celebra que s’hagin instal·lat testos gegants i un altre tipus de barreres. “Els testos ens donen seguretat i humanitzen l’entorn, encara que ens van dir que seran substituïdes per d’altres de formigó”, diu la gerent, Isabel Rodríguez.
Ningú a l’Ajuntament és capaç, ara per ara, de donar una data perquè es retirin algunes de les barreres. De la mateixa forma que els ciutadans s’han acostumat a veure a policies amb armes llargues per les voreres, sembla que les pilones també han arribat per quedar-s’hi.

https://cat.elpais.com/cat/2018/01/13/catalunya/1515863312_049654.html

Dilluns, 15 de gener de 2018
La Vanguardia
Las moratorias van por Barrios

Comerciantes y restauradores lamentan la facilidad con la que el gobierno municipal dicta en zonas muy dispares suspensiones que frenan la apertura de negocios

Hace pocos días el gobierno de la alcaldesa Ada Colau decretó una suspensión de al menos un año en el otorgamiento de licencias para la apertura de nuevos negocios en la avenida Paral·lel, puso una vez más de manifiesto su disposición a revisar todo aquello que otros pusieron en marcha, enervó de nuevo al pequeño empresariado. Estas restricciones a la actividad económica se suman a las de la calle Gran de Sant Andreu, los barrios de Sants, Hostafrancs y Sant Antoni, la Rambla y el resto de distrito de Ciutat Vella... El gobierno de Colau argumenta, tal y como hizo cuando decretó la controvertida moratoria hotelera, que ha de marcar un punto de inflexión para combatir los monocultivos, la especulación y la gentrificación.

“La transformación del Paral·lel la empezó Hereu, la continuó Trias y la detuvo Colau –dice Elvira Vázquez, propietaria de El Molino y presidenta de la fundación Fem–. Nos enteramos de la suspensión por la prensa. No tiene sentido. El 28% de los locales de la acera Poble Sec están vacíos. Aquí nadie especula, nadie hace nada. La zona no está saturada, sino abandonada.

Apenas vienen turistas”. Según el concejal del PDECat, Jordi Martí, edil del distrito de Sants Montjuïc en el mandato anterior, el gobierno de Colau no está haciendo otra cosa que demorar cualquier actuación, mantenerlo todo en suspenso hasta al menos el fin del mandato. “Las moratorias han de ser excepcionales, y no recurrentes”. “Así –tercia Gabriel Jené, de Barcelona Oberta, entidad que agrupa los principales ejes comerciales de Barcelona–, se está asfixiando a los inversores locales que quieren hacer negocios en su ciudad. Los otros buscan otras operaciones en el resto del mundo. La moratoria de Gran de Sant Andreu tiene sentido para proteger el comercio de barrio, pero la del Paral·lel es un despropósito que genera inseguridad y desincentiva muchas inversiones, como la de Ciutat Vella, que es dramática”.
En Ciutat Vella se suceden los proyectos frustrados. La suspensión de licencias de este distrito es la más contundente de las emprendidas este mandato, la que afecta a más tipos de negocios. No hace mucho, luego de que se prorrogara la moratoria, después de que Gala Pin, la concejal del distrito, presentara una propuesta de plan de usos tremendamente restrictiva, los restauradores barceloneses que pretendían abrir un restaurante de 1.000 m2en las históricas Galeries Maldà anularon los contratos de alquiler suscritos. Llevaban dos años perdiendo dinero, y ya perdieron la esperanza de conseguir una licencia. Es un golpe para las galerías. Sus propietarios confiaban en que este restaurante fuera el motor que las relanzara, que frenara su decadencia. Estos escollos también están abortando la transformación de los porches Xifré. El histórico enclave entre la Barceloneta y el Born acogió durante décadas muchas bazares ahora venidos a menos. Sus propietarios pretendían que se convirtiera en una nueva zona de bares y tiendas. Confiaban en que el tratamiento especial de la zona que se definió en el mandato anterior les permitiera esquivar las últimas restricciones. Cuatro restaurantes proyectados se esfumaron. Las obras realizadas se antojan ahora un despilfarro. Aquí prima la impresión de que el cambio de reglas fue muy radical.

“A veces el Ayuntamiento no comprende que abrir un negocio comporta muchos acuerdos previos a la fase administrativa –dice Roger Pallarols, director del Gremi de Restauració–. Su facilidad para dictar moratorias genera mucha inseguridad. En cualquier momento puede dictarse otra en cualquier lugar. Ello es especialmente contraproducente ahora, en la reactivación económica, cuando deberían facilitarse las inversiones. Nos preocupa el número de barrios afectados por las moratorias”.

Fermín Villar, de Amics de la Rambla, también entiende que las restricciones imperantes en Ciutat Vella son exageradas, pero matiza que “en la Rambla nos va bien la dieta, aún estamos empachados”. “Nos parece bien que el Ayuntamiento lleve a cabo aquí una política de continuidad. El problema de estas medidas es que si duran demasiado acaban ahogando todas la iniciativas que merecen la pena. No nos quejamos tanto de las limitaciones sino de la poca agilidad de la administración. Además, el Ayuntamiento debería separar mejor los tipos de negocios. No pueden compartir la misma categoría un colmado de latas de cerveza y una tienda de quesos”.

Janet Sanz, teniente de alcalde Urbanismo, asegura que “las suspensiones de licencias se han decretado en ámbitos con problemas de convivencia que teníamos que gestionar. En estos entornos, como el triángulo de Sants, la avenida del Paral·lel y el entorno del mercado de Sant Antoni proliferaron de manera descontrolada las actividades vinculadas al monocultivo y de servicios y ocio”. De esta manera, añade la teniente de alcalde, “detener la concesión de licencias permite al Ayuntamiento estudiar y elaborar con garantías cambios en el planeamiento destinados a evitar la gentrificación y preservar el comercio de proximidad, el interés público, la convivencia...”.

Los comerciantes del barrio de Sant Antoni entienden que la moratoria que restringe la apertura de nuevos bares en el entorno del mercado es bien necesaria. “Estábamos perdiendo la mezcla que da valor al barrio –dice Vicenç Gasca, de la asociación de comerciantes–. La restauración se lo estaba comiendo todo. Lo que nos preocupa es que el último año pasó volando, que la suspensión terminará pronto y que aún no tuvimos la oportunidad de participar en la elaboración del plan de usos del barrio. Se supone que las moratorias se hacen para tener un plan de usos. No sabemos si es que el Ayuntamiento lo hizo sin contar con nosotros o si acaso planean prorrogar la moratoria”.

“A nosotros no nos parece mal nuestra moratoria –dice Prósper Puig, de los comerciantes de Gran de Sant Andreu, donde el Ayuntamiento dictó hace muy pocos días una suspensión de al menos un año–. No afecta a toda la calle y, dado que se va a emprender una reforma muy ambiciosa del vial y que apenas tenemos locales libres, nos parece un modo apropiado de frenar la especulación, de atemperar el precio de los alquileres, de proteger al comercio de proximidad. Pero no se puede poner puertas al campo. La moratoria no ha de durar más de un año, ha de servir para elaborar un buen plan de usos”.

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20180115/4428515105/moratorias-van-por-barrios.html

Dimarts, 16 de gener de 2018
Betevé
El Club dels Barbuts busca socis

L’associació va néixer el 1995 per reivindicar el pèl facial

El Club dels Barbuts -oficialment, el Col·lectiu per la Defensa, Desenvolupament i Conservació del Pèl Facial- busca membres nous. Aquest dilluns, han sortit al carrer per reclutar socis. L'únic requisit per formar-ne part és tenir barba i ganes de passar-ho bé.

Aquest dilluns comença la setmana més freda de l'any, també anomenada la Setmana dels Barbuts perquè tots els sants -Sant Hilari el dia 13, Sant Pau Ermità el 15 o Sant Antoni Abat el 17- llueixen barbes frondoses. Amb aquesta excusa, el Club dels Barbuts ha sortit a buscar socis nous. Els requisits són senzills: "Si tens barba no tens cap problema, i si vols desapuntar-te'n te la treus", explica Joan-Ignasi Ortuño, president de l'associació. "No distingim entre religió, sexe, condició econòmica, nivell educatiu o qualsevol altre procedència. Simplement ser barbut, això sí", afegeix.

Barbes per comoditat, salut o estètica

D'interessats a ingressar al club, de caràcter humorístic, n'han trobat. Tots, òbviament amb barba i amb motius diversos per defensar el pèl facial: per estètica, per salut o simplement per comoditat. Carlo Gabba és del grup dels còmodes, es va deixar barba, tal com explica, "fa sis o set anys per mandra. Hi va haver un temps en què me la tallava bé i cada dia necessitava uns 20 minuts per fer-ho, així que un dia vaig decidir deixar-me-la". D'altres, com José Fabián Mora, han optat per lluir pèl facial per qüestions de salut: "Per problemes de pell, ja que quan m'afaito em surten moltes reaccions a la pell i vaig decidir deixar-me barba".

I mentre llueixin barba podran pertànyer al Club dels Barbuts. Qui en vulgui formar part pot apuntar-s'hi al restaurant La Gardunya, al Mercat de la Boqueria, al barri del Raval, on té la seu aquesta associació de caràcter humorístic amb 25 anys d'història (es va fundar el 2 d'octubre del 1995).

http://beteve.cat/club-barbuts-busca-socis/

Dimarts, 16 de gener de 2018
Betevé Radio
El Matí de Barcelona

Dimarts, 16 de gener de 2018
El País
El Comidista
VIAJE A LOS PEORES RESTAURANTES DE LA RAMBLA

Nos metemos en los cuatro peores restaurantes de la calle más turística de Barcelona según TripAdvisor. Y comprobamos que, por una vez y sin que sirva de precedente, los comentarios de esta web tenían razón.

A veces hay que descender a los infernos. En pleno tsunami gastronómico, los pokes y los baos de cangrejo de caparazón blando pueden nublar tu sesera. Cada ciudad tiene sus avernos culinarios para bajarle los humos a hipsters y similares. En Barcelona, difícilmente encontrarás a alguien cuerdo -o sobrio- comiendo en La Rambla. El horror acecha en los restaurantes que flanquean este paseo; nadie se atreve a meter el hocico en estos agujeros. Excepto esas víctimas propiciatorias que se sacrifican a los restauradores sin escrúpulos para que el resto de la población pueda vivir fuera de peligro: los guiris.

La misión es inquietante. El Comidista me envía a comprobar, in situ, si es cierta la leyenda negra de la comida ponzoñosa de La Rambla, si tanta bilis vertida en TripAdvisor es justificada. Busco los cuatro restaurantes más vapuleados en la célebre web, me encomiendo a un bote de sal de frutas y me lanzo a un desenfreno de paellas top manta y albóndigas indestructibles que me quita la pamplina gourmet en dos bofetones a rodabrazo.

Bocadillo de jamón, bocadillo vegetal (con salami), porción de pizza ¿margarita?: 16 €
Mesas con restos de comida, bandejas sin recoger y un ambientador industrial que se pega a tu gaznate cual chicle con triple de azúcar. Los comentarios en TripAdvisor no tienen piedad de esta bocatería de autor. Autor maldito. ¿Pan de masa madre? ¿Queso ecológico de cabra feliz? ¿Pastrami ahumado por duendecillos islandeses? Los célebres antibocadillos de Bakery N Time -donde antes estaba La Baguetina Catalana, de la que ha heredado su arte bocatil- se orinan en la moda de servir comida hecha por humanos: pan industrial, embutido de marca blanca, queso pasado, ensalada iceberg, puré de tomate y aquí paz y después arcadas.
Todos los ejemplares yacen en un escaparate al sol, para que cojan cuerpo y temperatura, y comparten espacio con un catálogo de bollería de microondas que haría cantar ópera a la úlcera de La Castafiore. Pruebo un bocata con cuatro lonchas de un jamón gris-zombie y un escupitajo de queso que sabe a sudor agrio de resaca veraniega

Oigo voces en mi cabeza. El aspecto del jamón Walking Dead es tan perturbador que compro un bocadillo más caro, el vegetal: 5 eurazos. Espero una orgía de sabor, pero solo encuentro dolor: el pan de semillas acorchado y la lechuga acartonada marcan la diferencia. Y, como buen vegetal que se precie, el pan vomita unas rodajas del mismo salami industrial que te ponías en el bolsillo de la bata en el colegio.

Al lado de los bocatas, se adivina una montaña de rectángulos grasientos que llamaremos pizzas. Al carajo con la masa madre con harina ecológica. Ríete de los hornos de leña. Tú a Nápoles y yo a la mierda: mis manos sostienen una masa aceitosa, requemada, anaranjada y tan salada que me entumece la lengua, como si hubiera chupado una pila. Después del tercer bocado, le pido a unos bomberos que me pasen el chorro de la manguera a presión por la lengua. Un segundito de nada. Por favor.

Tres pimientos del padrón, dos calamares a la romana, siete patatas bravas y una pizza margarita: 18 €

¿Un restaurante chino donde puedes comer pizzas y tapas? ¿Acaso no estamos en un mundo globalizado? TripAdvisor es especialmente cruel con el restaurante Oriente. Donde unos ven un Frankenstein culinario, servidor ve una oportunidad. Por supuesto, cuando me pasan la carta de comida china, digo que de eso nada, que me va el rollo duro. Resultado: un combo de tres tapas y una pizza margarita sobre un mantel con caligrafía cantonesa. España-Italia-China y tiro porque me toca.

El trío de tapas apuesta por el minimalismo: dos calamares a la romana congelados; tres pimientos del padrón del tamaño de un garbanzo y un puñadito de patatas con salsa rosa (no me atrevo a llamarlas bravas, lo admito). Curiosamente, dentro del horror y la escasez, las tapas de este chino son mejores que las de Eivissa. Se dejan masticar tres o cuatro veces, que ya es algo.

La estocada viene en forma de pizza. Me enfrento a una masa de bajísima calidad más pálida que Mario Vaquerizo, y un queso industrial que huele a pies en día de lluvia. He comprado pizzas en el supermercado mucho mejores. De hecho podría pasar por la pizza que te haría tu hijo de 7 años después de una tarde de cocinitas en clase. Estoy por pedir unas rodajas de piña y acabar con mi sufrimiento de una vez.

Ensaladilla rusa, albóndigas sin sepia (no cobradas), espaguetis a la napolitana y cerveza: 25 €
Eivissa no es para pusilánimes; si no tienes lo que hay tener, quédate en casa. Aquí hay que partirse la cara con las tapas, así que me pongo la navaja entre los dientes. Llega una ensaladilla rusa que no había visto no en la peor de mis pesadillas: congelada, con aceitunas que saben a Reflex y un pringue blanquísimo que parece pasta de dientes y ellos llaman mayonesa.

Por alguna razón se me ocurre pedir albóndigas con sepia, pero cuando llegan a la mesa son solo albóndigas en un charco de aceite y verdura muerta; la sepia parece haberse ido a por tabaco. Intento pinchar una albóndiga, pero el tenedor rebota como las balas en el pecho de Superman. Me llevo el objeto gomoso a la boca y sufro: es con amplia diferencia la peor albóndiga que he comido en mi vida, y he comido unas cuantas. Le digo al camarero que esas pelotitas de caucho están incomibles, y le doy tanta lástima que decide no cobrarme la tapa.
Todo muy bonito, pero sigo con hambre y en la carta de pastas hay unos espaguetis que me devuelven la mirada, como el abismo. Son a la napolitana, pero en realidad se trata de un cucharón de salsa de tomate y un esputo de queso rallado que transmite un vacío existencial demoledor. Hay tanta salsa, que la pasta se me escurre entre los pinchos del tenedor; ahí reposa una masa de espaguetis sobrecocinados y gelatinosos que tal vez hace varios eones estuvieron al dente.

Y pobre del que se pida una cerveza y tenga que ir a trabajar luego: la más pequeña es una jarra de medio litro (7,5 €) que te ayudará a olvidar la pesadilla, sí, pero te dejará totalmente del revés. Como para ponerse a hacer Excels.

Paella marinera (o algo parecido), choricillos, alitas de pollo, ensalada griega, cerveza y agua: 16 €

Hay guiris en TripAdvisor enojados con Pita House. Mucho, y muchos. Que es una trampa para turistas; que la comida es mala; que las jarras de sangría cuestan más que un ojo de cristal… Lo cierto es que el sitio es un viaje de peyote: pitas con diversos rellenos comparten carta con paellas y tapas, en un torbellino de mestizaje que volvería majareta a Manu Chao.
Estoy dentro, solo, con la puerta de la calle abierta y una corriente de aire helada lamiéndome el cogote. Como con bufanda. Inspirado por el mismo morbo que da el fornicio en lugares atípicos, decido pedir paella y tapas en un restaurante de falafeles y shawarmas. Viviendo al filo. El arroz, precocinado, calentado a malas y pastoso, es un remix de Carlos Jean del Paellador. Observo los mejillones, les envío un caluroso saludo y ahí los dejo, intactos, al lado de una gamba descabezada que no tocaría ni con guantes de albañil.

Las tapas de acompañamiento me recuerdan a los falsos músicos que tocan en los concursos televisivos de madrugada. Hay mucha pena ahí. Choricillos precocidos que saben a chaqueta de cuero, una ensalada griega desoladora, alitas de pollo que parecen ancas de gremlin. El agua y la cerveza (jarra de miedo litro sí o sí) me cuestan casi lo mismo que la manduca. Los 8,95 € del combo paella-tapas me parecen un regalo cuando entro; cuando salgo, tengo la sensación de que esa pasta me la tendrían que haber pagado ellos a mí.

Me voy para casa pensando, por primera vez en la vida, que ojalá un artículo escrito por mí no tenga tanto éxito como para que me pidan una segunda parte. Mientras compro un antiácido en la farmacia de la esquina, veo en los ojos del vendedor que él desea justo lo contrario. Aunque seguramente ya estoy delirando.

https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2018/01/23/articulo/1516662005_938565.html

LA RAMBLA DE BARCELONA
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