Amics de la Rambla

Amics de la Rambla

Resum de premsa sobre La Rambla. Setembre 2018

1 d'octubre de 2018

La Vanguardia
Opinió: Alfred Bosch
Dimecres, 5 de setembre de 2018

La Rambla de Mandela

En un viaje reciente a Sudáfrica y Mozambique para comprobar los proyectos de cooperación que hace el Área Metropolitana de Barcelona, tuve el honor de conversar con Graça Machel, viuda de Nelson Mandela. Mozambiqueña de energía infinita, me recordó que Barcelona tenía que ayudar en la construcción de una Rambla en el centro de Maputo, porque para que aquello que fallaba faltaba en su ciudad, y en las ciudades africanas en general, era un urbanismo que fomentara la convivencia y las relaciones cívicas.

Cuando una africana destacada te dice que hacer una Rambla en imagen de la de Barcelona es una prioridad para ellos, te está diciendo muchas cosas. De entrada, nos obliga a reflexionar sobre aquello que tenemos y no valoramos lo bastante. Abandonar la Rambla a en su desdicha sería indigno; de hecho, podemos convertirla en primera arteria cultural de la ciudad. No es imposible.

Más allá de eso, su convicción para priorizar el carácter abierto de las ciudades, me hizo pensar que la relación que tuvo con Nelson Mandela era de total complicidad, porque el mismo Madiba podía haber dicho lo mismo.

En los años noventa, mientras trabajaba de periodista y académico en Johannesburgo, tuve la ocasión de conocer a este hombre formidable. También lo hice en Barcelona, y una de las cosas que más transmitía, que más defendía y que destacó sobre nuestra ciudad, era esta obsesión por la convivencia y los espacios comunes.

Para Madiba, donde hay que defender los ideales es en los espacios abiertos y compartidos, en los cuales puedas debatir con los adversarios. Dicho en palabras de Desmond Tutu, “con quien más tienes que hablar y negociar acuerdos es con el enemigo, porque con los amigos se supone que ya estás de acuerdo”. La Rambla y Barcelona en su conjunto podría ser entendida como un espacio de convivencia casi genético, donde los extremos se aceptan y los no tan extremos cohabitan de forma armónica.

Ni Mandela ni Tutu ni Graça Machel cometieron nunca el error de pensar que el diálogo servía para frenar cualquier iniciativa, o para hacer renunciar a alguien a sus ideas. La gran lección de Mandela, y de la Sudáfrica que conocí y viví, es que la convivencia no coarta ni la justicia, ni la libertad, ni los cambios. La convivencia sirve para frenar el conflicto, no para frenar la vida.
Sería bueno aplicarnos esta lección. Cuando convertimos el civismo en una condición necesaria, tengamos claro que eso tiene que servir para seguir avanzando, no para paralizar nada o para retroceder. En Barcelona, por ejemplo, la Rambla de Mandela no quiere decir dejar de actuar, sino todo el contrario. Un alcalde tiene que abrazar a todos los ciudadanos, los que le son próximos y los más discrepantes, y tiene la obligación de demostrar que con sus convicciones puede beneficiar a todo el mundo.

En Sudáfrica emergieron del Apartheid con montañas de diálogo, pero sin detenerse. Sin abandonar nunca sus principios, Mandela consiguió representar a todo el mundo. Tomemos nota. Dialogar y convivir no quiere decir abandonar los ideales ni detener las manecillas del reloj. Quiere decir crear el mejor entorno para actuar. Y entonces, avanzar.

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20180905/451633242936/la-rambla-de-mandela.html

El País
Blanca Cía
Diumenge, 9 de setembre de 2018

El Liceo se fija en el teatro Principal

En la búsqueda para crecer y atraer a un público más amplio, el coliseo barcelonés mira al local de la Rambla cerrado desde hace ya dos años

El Teatro del Liceo quiere conquistar a la ciudadanía de Barcelona y para eso tiene que poder ampliar su proyecto musical dando paso a otros tipos de músicas, con más producción contemporánea y programas pensados para un público familiar, potenciando un proyecto educativo. Esa es la filosofía que defiende Valentí Oviedo, que asumió las riendas de la dirección general el pasado mayo. Para poder acometer esa idea, el teatro necesita más espacio y una de las posibilidades podría ser el teatro Principal de Barcelona, cerrado desde hace casi dos años.

"No es la única posibilidad, pero teniendo en cuenta que es un gran equipamiento cultural vacío también podría ser interesante para la propia ciudad”, argumenta Oviedo. La actividad principal del Liceo es la ópera, algunos ballets, conciertos sinfónicos y los que contratan programadores externos. Todas se hacen en la única sala del teatro, con capacidad para 2.000 personas. “Queremos tener más actividad propia y ampliar la oferta para que al Liceo venga más gente y más diversa. Hay otros formatos de música, como la ópera barroca, que requiere un espacio más pequeño. Lo mismo ocurre con la creación contemporánea, muy importante porque atrae a un público más joven. Y si queremos introducir programas pensados para un público familiar nos pasa lo mismo. Por eso lo ideal sería tener un espacio alternativo”, insiste. En las dos últimas temporadas, la directora artística, Chiristina Scheppelman, defensora también de nuevos formatos, introdujo dos ciclos de creación nueva en el Off Liceo, sesiones que se hicieron en el foyer del teatro, que no tiene las mejores condiciones para hacerlo.

Oviedo reconoce que el lugar idóneo sería el teatro Principal aunque apunta que el Liceo no tiene capacidad económica para hacerlo y que una fórmula sería que las administraciones consorciadas en el patronato —Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento— apostaran por esa operación.

En realidad, el Consistorio ha intentado en varias ocasiones llegar a un acuerdo para hacerse con el Principal con la familia Balañá, propietaria del teatro. La ocasión en la que se estuvo más cerca fue durante el mandato del alcalde Jordi Hereu, quien propuso una fórmula mixta: una parte en dinero y otra en solares de la ciudad. No llegó a cerrarse. El Principal cesó su actividad en 2006 y cerró para reabrirse en octubre de 2013, con Xavier Trias.

Aquella apertura fue polémica: los gestores que la explotaban, el grupo de Carlos Caballero, convirtieron la sala grande en una discoteca, pese a no tener permiso. Al año siguiente la policía irrumpió en el Principal en una operación contra la prostitución. Caballero fue detenido y luego puesto en libertad, aunque investigado por supuesta irregularidad en las licencias de explotación del teatro, que entró en una fase de casi nula actividad; acabó cerrando en otoño de 2016.

A principios de este mandato, la que fue comisionada de Cultura del Consistorio, Berta Sureda, también exploró la posibilidad de convertir el teatro Principal en un centro cultural abierto al barrio. Su sucesor en el área cultural, Jaume Collboni, prosiguió con esa idea porque para el Ayuntamiento el Principal es una pieza importante en la revitalización cultural del final de La Rambla. El actual comisionado de Cultura, Joan Subirats, ha sido el último en intentar llegar a un acuerdo en una reunión que se produjo en febrero pasado: “El Ayuntamiento no tiene capacidad para asumir las pretensiones de la propiedad”, resume Subirats.

Pese a que nunca se ha puesto sobre la mesa una cifra concreta, algunas fuentes apuntan a que oscilaría entre los 24 y los 28 millones de euros. Una cifra a la que habría que sumar una importante inversión para rehabilitar los diferentes espacios que lo forman: la sala grande, el club latino, la cúpula Venus, los antiguos billares Monforte y el frontón Jai Alai. En total, más de 15.000 metros cuadrados, lo que le convierte en una enorme pieza con calificación urbanística de equipamiento.

Fuentes conocedoras de la posición de la propiedad —con la que este periódico ha intentado hablar sin conseguirlo— apuntan que uno de los obstáculos es que esta aplica un criterio puramente inmobiliario, muy distinto del que tiene el consistorio, que sigue teniendo en el Principal una patata caliente ya que el edificio ha entrado en una degradación considerable, especialmente por su parte posterior, en la calle de Lancaster.

Para la entidad Amics de la Rambla la posibilidad de que el Liceo ocupara el Principal sería ideal: “Sería lo más lógico y hasta respondería a la historia por la relación que han tenido los dos teatros. Nosotros defendemos que el uso del Principal sea el cultural porque ayudaría a cambiar esa parte de la Rambla. Y no estaría nada mal que, por una vez, las administraciones se pusieran de acuerdo en beneficio de todos, del Liceo, de Ciutat Vella y de la ciudad”, apunta Fermí Villar, presidente de esa entidad.

Pese a la inicial relación de rivalidad, porque el Principal y el Liceo rivalizaron a mitad del siglo XIX como programadores de ópera, lo cierto es que a lo largo de los años sí han tenido relación. Antes del incendio de 1994, el Liceo ocupaba un espacio del Principal como local de ensayos. También guardó durante un tiempo material y piezas que se salvaron de las llamas y se convirtió en la sala de ensayos en diferentes momentos de los años 1994 y 1995.

PÚBLICO MENOR DE 35 AÑOS

Buscando nuevos públicos, los responsables del Liceo están satisfechos de que en apenas dos días hayan vendido 1.800 localidades para la función de I puritani a 15 euros la entrada bajo el programa Liceu under 35. La iniciativa se dirige a menores de 35 años, que asistirán a una función extraordinaria el 4 de octubre y que, además, podrán ir a una fiesta con DJ y cóctel. “Si se ofrece una experiencia a un precio asumible, la ópera sí puede interesar a un público joven”, dice Oviedo ante los datos de los compradores: jóvenes de entre 25 y 29 años que, en un 88%, será la primera vez que pisen el Liceo. Es una fórmula exitosa en París y Milán, si bien con edades distintas. La promoción podría repetirse con Tosca, de Puccini.

https://elpais.com/ccaa/2018/09/08/catalunya/1536427264_601260.html

Metropoli Abierta
Diumenge, 9 de setembre de 2018

El Liceu echa el ojo al teatro Principal

El coliseo lírico quiere ampliar la oferta musical con actividades para toda la familia, aunque la operación urbanística se antoja difícil

Tras varias idas y venidas, el teatro Principal de la Rambla parece haber encontradoun amante. El Liceu busca ampliar su proyecto musical con producciones más contemporáneas y actividades pensadas para toda la familia . De ahí que Valentí Oviedo, director general del Liceu, haya pensado en el teatro Principal para ello.

Aunque el proyecto y la voluntad están ahí, Oviedo reconoce que aunque el teatro Principal es el lugar perfecto, el Liceu no tiene los recursos económicos para restaurar y reformar el teatro, situado en la parte baja de la Rambla. La única fórmula sería que las administraciones consorciadas en el patronato —Gobierno central, Generalitat y Ayuntamiento— apostaran por esa operación. El consistorio ha intentado en varias ocasiones llegar a un acuerdo para hacerse con el Principal con la familia Balañá, propietaria del teatro, pero hasta ahora no lo ha conseguido.

"No es la única posibilidad, pero teniendo en cuenta que es un gran equipamiento cultural vacío también podría ser interesante para la propia ciudad”, argumenta Oviedo para El País. La operación podría oscilar entre los 24 y los 28 millones de euros. Una cifra a la que habría que sumar una importante inversión para rehabilitar los diferentes espacios que lo forman. La propuesta lanzada por el Liceu coincide con el proyecto de remodelación de la Rambla que lleva a cabo la arquitecta Itziar González.

LA UNIÓN ENTRE AMBOS TEATROS

Para la entidad Amics de la Rambla la posibilidad de que el Liceu ocupara el Principal sería ideal. Tal y como explica Fermí Villar, presidente de esa entidad a El País: “Sería lo más lógico y hasta respondería a la historia por la relación que han tenido los dos teatros. Nosotros defendemos que el uso del Principal sea el cultural porque ayudaría a cambiar esa parte de la Rambla. Y no estaría nada mal que, por una vez, las administraciones se pusieran de acuerdo en beneficio de todos, del Liceu, de Ciutat Vella y de la ciudad”.

Esta unión sería una página más en la historia de la relación entre ambos museos. Antes del incendio de 1994, el Liceu ocupaba un espacio del Principal como local de ensayos, además de guardar piezas que se salvaron del incendio.

https://www.metropoliabierta.com/vivir-en-barcelona/cultura/el-liceu-echa-el-ojo-al-teatro-principal_10083_102.html

La Vanguardia
Meritxell M. Pauné
Dimarts, 11 de setembre de 2018

Muere Rosa Doria, alma del Cafè de l’Òpera de la Rambla

Hija del fundador de este emblemático bar modernista, ha mantenido el carácter y el espíritu del local durante dècades

La Rambla de Barcelona ha perdido a una de sus damas más ilustres, Rosa Doria. Alma mater del Cafè de l’Ópera y gran defensora de paseo, ha fallecido este lunes a los 85 años de edad. Su padre, Antoni Doria, fundó este emblemático establecimiento frente al Liceu en 1929 y ella ha sabido conservar y acrecentar su singularidad durante décadas complicadas y a contracorriente.

El Café de l’Òpera abre de lunes a domingo y ha permanecido en activo ininterrumpidamente desde su inauguración: ni siquiera cerró durante la Guerra Civil. Durante la posguerra la carestía le obligó a reforzar su faceta de cafetería en detrimento de la de restaurante de lujo y en los años 60 y 70 vivió su época dorada de clientela bohemia y activismo cultural. Conserva espejos centenarios, trabajada marquetería y mesas y sillas Thonet originales, entre otros tesoros. Una decoración modernista con detalles neoclásicos que fue restaurada por el arquitecto Antoni Moragas. También forma parte de la selecta Asociación de cafés históricos europeos.

El principal encanto, no obstante, es la fidelidad del público barcelonés y el mérito de haber persistido como punto de encuentro para vecinos y personalidades de la ciudad en medio del bullicio turístico. Los salones privados y el ‘balconet’ del entresuelo eran y son escenario de tertulias y presentaciones, testigo de la vida social y política barcelonesa. Alcaldes, sopranos, estatuas humanas, escritores, turistas o familias locales que desayunan chocolate a la taza: en las sillas del Café convive una clientela heterogénea.

Condolencias y despedida íntima este martes

La familia ha comunicado el deceso en una sencilla esquela este martes, en la que su esposo, dos hijos, dos nietos y nuera informan discretamente –sin mencionar al Café– de la ceremonia de despedida a amigos y allegados. Se celebrará este martes a las 16 horas en el tanatorio de la Ronda de Dalt de Barcelona.

Roser Tiana, vicepresidenta primera de Amics de La Rambla –entidad de la que era vocal Doria–, ha lamentado su pérdida y la ha definido como “una bellísima persona, un icono de Barcelona, una gran Ramblista”. También ha dado a conocer su fallecimiento la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin. Ha trasladado su pésame a la familia y ha recordado la labor de Doria al frente del restaurante, “el lugar de la Rambla que nunca hemos dejado de sentir como propio”.

Relevo generacional

Según explicaba Doria, el local se ha dedicado a la restauración desde principios del siglo XIX: fue una pastelería especializada en ensaimadas que mutó en restaurante, hasta que la muerte de un cliente en un altercado dio mala fama al negocio y lo hizo quebrar. El padre de Doria vio la oportunidad y alquiló el establecimiento para reinventarlo con un nuevo nombre y la decoración de moda del momento. Estas anécdotas son solo una pequeña parte de la memoria de la Rambla que encarnaba la hasta ahora propietaria, que relataba la historia de Barcelona como pocas personas en la ciudad.

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20180911/451763362001/rosa-doria-cafe-opera-rambla.html

La Vanguardia
Lluís Permanyer
Dimecres, 12 de setembre de 2018

El óbito de Rosa Doria deja huérfano al Café de l’Òpera

Ayer falleció la señora Rosa Doria propietaria del Cafè de l’Òpera. Es una pérdida sensible para la ciudad y sobre todo para la Rambla. Su establecimiento, tan emblemático, lo mantuvo como un faro singular que ha marcado el camino ético para navegar contra viento y marea, al servicio digno de la ciudad. Mientras tantos se han rendido al mejor postor, lo que ha degradado de forma inexorable la Barcelona comercial, Rosa Doria supo mantener un estilo que realzaba lo que había heredado.

Rosa Doria se distinguía por una elegancia y una educación que combinaba con una presencia discreta, no confundible con la merma de estar vigilante. Se ha ido con 85 años contados, y pese a ello seguía muy de cerca el diario funcionamiento del establecimiento.

El Café de l’Òpera goza de una situación estratégica y clave, encarado al Liceu y en un tramo de particular intensidad. Todo esto se ha reflejado en el ambiente: pintoresco, variado, tranquilo y con perfiles a menudo sorprendentes. Esta mezcolanza sutil ha sido la que en definitiva le ha otorgado vida y marcada personalidad. Podía haber sufrido fácilmente una pérdida de calidad de la clientela, deriva que Rosa Doria evitó sin desplegar medidas traumáticas ni siquiera enérgicas: bastaba su presencia para detectar la más mínima señal de alarma. En esa labor también ha actuado con diligencia el equipo de camareros, de profesionalidad a toda prueba.
Fue en el primer tercio del siglo XIX cuando la chocolatería E l Liceo abrió sus puertas. El propietario más antiguo, documentado en 1856 en El Consultor, es Manuel Docampo. El nombre cambió por Antigua del Mallorquín, que la voz popular denominaba con un simpático
La Mallorquina. Al chocolate le fue añadido un servicio de comidas. A renglón seguido de una pelea entre pinxos que acabó con la muerte del brutal Aragonés, un muy afectado Manuel Docampo Soley, probablemente hijo del ya citado, traspasó el establecimiento a Antoni Doria. Corría 1929. Fue este quien impuso entonces el cambio de nombre: Cafè de l’Òpera. Mantuvo la cocina, hasta que en la postguerra prefirió cerrarla para concentrarse en el servicio de cafetería y bar.

El desfile de personalidades ha sido incesante, desde políticos republicanos y mandos de las Brigadas Internacionales, hasta can¬tantes de ópera y toreros, pasando por indígenas recientes como Joan Miró, Cuixart, Maria Aurèlia Capmany, Terenci Moix, Ocaña, Sempronio, Espinàs, Mario Gas… Rosa Doria incorporó el piso superior, pero no dudó en respetar la decoración que había mantenido su padre, un delicioso combinado de ornamentación ochocentista y novecentista, que se enriquece entre sí. Destaca la original secuencia de figuras grabadas al ácido en los espejos y que alternan con las pintadas.

La responsabilidad del Café de l’Òpera recae ahora en su hijo Andreu, quien se ha formado como quien dice a pie de barra. Cabe es¬perar que esté a la altura de las circunstancias.

https://www.lavanguardia.com/edicion-impresa/20180912/451774413167/el-obito-de-rosa-doria-deja-huerfano-al-cafe-de-lopera.html

7 Caníbales
Dimecres, 13 de setembre de 2018
Fallece Rosa Doria, una de las mejores embajadoras de La Rambla de Barcelona


Luchadora, generosa, buena persona, discreta… así definen sus amigos a Rosa Doria, quien falleció el 10 de septiembre con 85 años. Figura emblemática de la Rambla de Barcelona, fue el alma del conocido El Café de l’Òpera, al que acudía cada día -igual que a comprar a la Boquería- pese a que actualmente era su hijo Andreu quien dirigía el negocio. La Rambla ha perdido a una de sus más fieles embajadoras.

Formó parte de muchas de las juntas directivas de la asociación Amics de la Rambla en representación del sector de la restauración; organizó diferentes actos culturales en los salones privados de su Café de l’Òpera; era un personaje muy querido, pero sobre todo, llevó con tenacidad y perseverancia un negocio que levantó su padre en 1929. Su diligencia al frente consiguió que el local no decayera pese a las circunstancias sociales y económicas de las diferentes épocas que se sucedieron. Un logro que, junto a su empeño en dar voz, dignidad y esencia a la Rambla, la convirtieron en una de las figuras más emblemáticas de Barcelona.
Situado justo en frente del Liceu y considerado Bien Cultural de Interés Local, el Café de l’Ópera era liderado actualmente por el hijo de Rosa, Andreu. No obstante, se la podía ver cada día en el restaurante al igual que en el mercado de la Boquería, donde solía ir a comprar.
Descanse en paz.

http://www.7canibales.com/snacks/rosa-doria/

LA RAMBLA DE BARCELONA
La Rambla és un dels indrets de Barcelona on bull més activitat, una ciutat dins d'una altra ciutat.
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